QUIET QUITTING. Qué es y por qué ocurre

En los últimos años, ha surgido un fenómeno que ha generado mucho debate en el mundo laboral: el quiet quitting.
Aunque su nombre puede inducir a error, este concepto no tiene que ver con renunciar oficialmente al trabajo, sino con una forma silenciosa de redefinir los límites entre la vida profesional y personal.
Pero, ¿de qué se trata realmente y qué implica para las empresas y los equipos?
¿Qué es el quiet quitting?
El quiet quitting no significa que una persona deje su empleo, sino que opta por hacer únicamente las tareas que están dentro de su descripción laboral, sin asumir responsabilidades adicionales ni extender su jornada más allá de lo establecido. Es una forma de establecer límites claros entre la vida laboral y la personal, sin necesariamente comunicarlo abiertamente.
Los trabajadores que adoptan esta práctica siguen cumpliendo con sus funciones, pero ya no se alinean con la idea de que «el trabajo lo es todo«. Al finalizar su jornada, desconectan por completo para enfocarse en su vida personal, hobbies o familia.
¿Por qué ocurre el quiet quitting?
Aunque el término es relativamente nuevo, la práctica no lo es. Muchas personas han aplicado esta estrategia en diferentes momentos de su vida laboral, especialmente cuando se sienten mal remuneradas, sobrecargadas, agotadas emocionalmente o sin posibilidades de crecimiento profesional.
Según el informe Anatomy of Work de Asana (2022):
7 de cada 10 empleados experimentaron agotamiento en el último año.
Este desgaste no solo afecta el bienestar personal, sino también la productividad y el compromiso con la organización. Las consecuencias incluyen mayor rotación, más errores y un clima laboral deteriorado.
¿Cuáles son las señales del quiet quitting?
Las señales pueden variar dependiendo de si el/la empleado/a está desmotivado/a o simplemente busca una mejor conciliación entre su vida laboral y personal.
Algunas manifestaciones comunes son:
🔴 Mostrar falta de entusiasmo o compromiso general con el trabajo.
🔴 No asistir o participar activamente en reuniones.
🔴 Llegar tarde o salir temprano de manera frecuente.
🔴 Disminución en la productividad.
🔴 Reducción en la participación en proyectos de equipo.
🔴 Evitar la planificación o toma de decisiones.
Conclusión
El quiet quitting no es necesariamente algo negativo:
Puede ser una estrategia de autocuidado en entornos laborales demandantes.
Sin embargo, también puede ser una señal de alerta para las organizaciones. Cuando los/as empleados/as sienten que su esfuerzo no es valorado o no encuentran sentido en su trabajo, es más probable que se desconecten emocionalmente.
Comprender las causas detrás del quiet quitting es clave para fomentar una cultura organizacional más saludable, en la que se valore el bienestar, la comunicación abierta y el equilibrio entre trabajo y vida personal.
¡Nos encanta escuchar tu opinión!
¿Has notado señales de quiet quitting en tu equipo o entorno laboral? ¿Crees que es una forma válida de proteger la salud mental o un síntoma de una cultura organizacional deficiente?
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