Organización del tiempo y cambios en el mercado actual.
La gestión del tiempo consiste en, de la mejor forma posible, tratar de administrar todas las tareas que debamos de realizar en cada momento.
Vivimos en un entorno laboral muy dinámico y exigente. La capacidad de las personas para organizar su tiempo se está convirtiendo en un requisito o habilidad indispensable para maximizar la productividad y dar mayor eficiencia a los procesos internos de las organizaciones, independientemente del ámbito o sector al que pertenezcan.
En el mercado laboral actual, ha habido un cambio significativo en la forma que las persona realizan su trabajo. Antes, éstas, se enfocaban en una solo función específica, mientras que ahora los/as profesionales buscan realizar el mayor número de tareas posibles. Este cambio puede tener como consecuencia alguna de las siguientes razones:
• Las empresas valoran a empleados/as que pueden asumir diferentes roles y que sepan realizar diferentes tareas.
• Ponen en relevancia la flexibilidad y adaptabilidad de los recursos humanos.
• En torno a la gestión del tiempo y carga de trabajo, es vital saber priorizar y organizar de manera eficiente, siempre tratando de buscar el equilibrio entre calidad y cantidad.
Cada vez las personas realizan funciones más variadas y las responsabilidades se van multiplicando con el tiempo. Por ello, es esencial aprender y formar a las personas para que sepan cómo organizar y priorizar nuestras tareas. No debemos tener miedo de dejar en stand by alguna tarea para dar prioridad a otra. Con frecuencia, las empresas valoran muy positivamente la capacidad de multitasking consistente en poder realizar más de una actividad al mismo tiempo.
Algunas prácticas efectivas para optimizar nuestro rendimiento y alcanzar un equilibrio entre vida laboral y personal son las siguientes:
– Establecer plazos realistas, pero también que las metas sean alcanzables y claras en todo momento.
– Utilizar técnicas de planificación que nos ayuden a gestionar nuestro tiempo. Por ejemplo, la matriz Eisenhower, herramienta de gestión del tiempo que divide las tareas en cuatro categorías: urgentes e importantes, importantes, pero no urgentes, urgentes pero no importantes, y ni urgentes ni importantes. En resumen, cualquier tipo de herramienta que permita al empleado enfocarse en los temas cruciales será de gran ayuda.
– Delegar y compartir responsabilidades con el resto de integrantes del equipo. La delegación efectiva de tareas fomenta un ambiente de trabajo colaborativo, promueve la confianza, el crecimiento personal, pero sobre todo el trabajo en equipo.
– Hacer un buen uso de las nuevas tecnologías. En la actual era digital, existen multitud de aplicaciones y herramientas que nos ayudarán con la gestión del tiempo: calendarios digitales, blog de notas o recordatorios, tablas de Excel.
Y tú, ¿prácticas el multitasking? ¿Utilizas alguna herramientas para organizarte mejor tus tareas diarias?