Un empleado feliz es más productivo, comprometido, creativo e innovador
La psicología positiva, es la ciencia que ahonda en el bienestar psicológico de las personas y que tanta aceptación tiene en el management actual. El flow sería «un estado subjetivo” que las personas experimentan cuando están completamente involucradas en algo, hasta el extremo de olvidarse del tiempo, la fatiga y de todo lo demás excepto la actividad en sí misma. En otras palabras, el flujo es una especie de trance durante el cual una persona logra una inmersión total en su trabajo, obteniendo los más altos niveles de rendimiento y calidad de ejecución.
Y es que el flujo tiene mucho que ver con el placer. Un trabajador que fluye es un trabajador feliz, con el impacto que para cualquier organización supone contar con un profesional así en sus filas. «Diversos estudios y experiencias profesionales confirman que un empleado feliz es más productivo, comprometido, creativo e innovador, lo que da lugar a mejores resultados de negocio, mayores ventas y mejores calificaciones de los clientes».
En las cosas del fluir no todo depende exclusivamente del empleado. El entorno puede tener una influencia notable. Positiva o negativa. «La empresa ha de saber que no desmotivar a sus empleados es rentable, que sus empleados saben hacer bien las cosas y que para que, además, quieran hacerlas tienen que poder utilizar sus habilidades y su talento», comenta Luis Colmenero, creador de la marca Coachingümer. Según este coach, «cuando te complican las cosas en el trabajo y tu única emoción es la de no querer volver el día siguiente, es imposible que se dé el estado de flujo».
Si somos buenos en lo que hacemos, si a la vez estamos motivados y podemos emplear nuestros recursos, el desempeño en nuestro trabajo será el óptimo y rentable para nuestra empresa. “Porque cuando estamos sumergidos en una tarea por la pura satisfacción de hacerla bien, es cuando nos suele salir mejor».