El Síndrome del Impostor/a.
¿Alguna vez habéis oído hablar del síndrome del impostor? Este, es un trastorno que se va haciendo cada día más visible afectando cada día a más personas. Muchos estaréis intrigados. ¿Qué es el síndrome del impostor? ¿En qué consiste? ¿Quién puede padecer esto? Ahora os lo contamos.
El síndrome del impostor también conocido como fenómeno del impostor o síndrome del fraude, recibe su nombre de la sensación de fraude que siente uno sobre sí mismo, así como por el miedo de ser visto por los demás como un impostor o un fracasado. Quienes lo padecen sienten que todo cuanto hacen y logran no les pertenece, que no son tan competentes como los otros creen, que su trabajo nunca estará a la altura, que sus éxitos no son merecidos, que todo es debido a la suerte y que sus capacidades e inteligencia no han tenido nada que ver con ellos. Muchos son aquéllos que lo sufren en silencio, pues tienen sobre todo miedo a ser descubiertos. Muchos son los que se identifican con este síndrome y que se sienten aliviados al saber que no son los únicos en padecerlo. Algunos síntomas son el miedo al fracaso, presentar sentimientos de incompetencia, obsesionarse por los propios errores, tener un diálogo interno negativo, tener dudas sobre sí mismo, una tendencia al perfeccionismo. Se debe también al hecho de que muchas personas son incapaces de interiorizar su éxito. Es una sensación de falsedad frente al resto que interfiere en el bienestar de la persona y que no se debe confundir con la baja autoestima.
¿Os habéis sentido así alguna vez? Si es que sí, no os preocupéis, no sois los únicos. Alrededor de un 70% de la gente ha sufrido de este trastorno en algún momento. Afecta a todo tipo de personas (raza, género, estatus social, nivel de capacidades…), desde expertos a principiantes, incluso famosos a empresarios de éxito. Muchas son las causas que pueden haber llevado a sentir esta sensación, algunos factores de riesgo han sido reconocidos como posibles detonantes; como por ejemplo: tener una naturaleza más sensible de lo normal, haber crecido con un hermano/a que siempre estuvo por encima de los demás, haber crecido rodeado de constantes elogios, pertenecer a una minoría que ha sido víctima de discriminación social, exposición a un nuevo ambiente académico o profesional en donde hay nuevos retos y personas exitosas. Existen 5 tipos de impostores:
- El experto → Aquél que jamás está satisfecho de su trabajo, necesita sentir que es un experto en la cuestión, que lo sabe todo. Presentan problemas para completar proyectos.
- El perfeccionista → Aquella persona que se centra en las cosas que podría haber hecho mejor y no en las que ha tenido éxito (no se sienten seguros con objetivos difíciles a alcanzar).
- El genio natural → Aquél individuo cuya capacidad le permite aprender nuevas habilidades rápida y fácilmente y, sin embargo, no se sienten seguros frente a objetivos difíciles.
- El solitario → Aquella persona que prefiere trabajar en solitario con el fin de no desvelar su incompetencia.
- El superhéroe → Aquél que necesita esforzarse al máximo para cubrir su incompetencia y demostrar que no es un impostor. Este tipo de personas tienden a volverse adictos al trabajo y sufrir del llamado síndrome del burnout.
Es una experiencia común que empieza a ser problemática si se vuelve crónica o cuando genera insatisfacción. ¿Qué consecuencias presenta sufrir este trastorno? Mayoritariamente se sufre estrés, ansiedad, sensación de agotamiento, baja autoestima, depresión, fobia a asumir nuevas tareas, posiciones y retos. Las personas que lo sufren pueden sentirse obligadas a cumplir unas expectativas laborales o sociales, viven atrapadas por el síndrome del impostor sin poder disfrutar o aceptar sus logros, atemorizadas por ser “descubiertos” ¿Cómo podemos superarlo? Se recomienda trabajarlo mediante psicoterapia, el primer paso es: 1. Reconocer y aceptar lo que tienes/sientes 2. Controlar tu voz interior 3. Hacer una lista de tus logros 4. Aprender a aceptar los elogios que recibes 5. Déjate ayudar 6. Adopta una actitud positiva de crecimiento personal.
¿Cómo podemos evitar la propagación del síndrome del impostor? Debemos conseguir crear ambientes de trabajo basados en relaciones laborales sinceras, menos competitividad individualista y más trabajo de equipo de esta forma al reforzar el sentimiento de formar parte de un equipo conseguiremos menor estrés, el sentimiento de fracaso en caso de error no será percibido como propio únicamente, si el equipo se conoce y se apoyan unos a otros el resultado será positivo para todos. Por lo tanto, es necesario echar abajo las ideas preconcebidas, los tabúes, no avergonzarse de sufrir de síndrome del impostor, compartir sus temores y realizar un trabajo interpersonal para ayudar a superar sus propios miedos.